El aroma a domingo tendría que venir en frasquito.
Del mío saldría olorcito a pasto recién cortado; al asado de mi viejo; las pastas de la vieja; mate de la tarde y un poquito de siesta.
Tendría también la versión domingo con amigas. Ese reuniría aroma a café mezclado con risas; a paseos por mercados; recorridos por librerías y alguna que otra feria.
El domingo con mis hijos sabría a abrazos eternos; picnic en la plaza; helado de dulce de leche y tardes en bicicleta.
Domingo todo para mí tendría notas de vainilla; desayuno en la cama; pantuflas; pijama y páginas de una nueva novela.
¡Que lindo sería poder llevar pedacitos de domingo todos los días!
Y tu frasquito de domingo, ¿qué aroma tendría?
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