Sobrevivir a un doble egreso

Cada año, en Argentina, cientos de miles de niños y adolescentes egresan de la escuela. Esto implica una serie de rituales previos que los chicos disfrutan desde el primer día… ¡hasta que algunos papás deciden que ellos también quieren ser protagonistas!...

Este año, mis dos hijos egresan al mismo tiempo. Imaginen el proceso multiplicado por 2. Y como no podía ser de otra manera, todo comienza con los infaltables chats de WhatsApp. En mi caso, ¡6 grupos! Sí, leyeron bien:

• 2 institucionales

• 2 creados por padres

• 2 solo para la fiesta de egresados

Obviamente, la cantidad de mensajes es inversamente proporcional al dinero que me queda en el banco. Porque, al parecer, si los chicos egresan, el festejo debe ser ÉpicO: salón, catering, dj, pantallas, videos, espuma, luces… ¡y lo que se les ocurra!

A eso, súmenle la intensidad de algunas mamis que, no conformes con lo dicho, son especialistas en generar situaciones "lacrimógenas". Cartitas, videos, audios emotivos… todo tiene que arrancar lágrimas, grabarse y compartirse, porque la intimidad parece ya no ser una opción en estos días.

¿Y qué me dicen de los rituales? Los chicos los viven desde el principio, pero siempre hay algún papá o mamá que, para no perderse ni un detalle, termina tomando el control de los festejos. ¿El resultado? Acaban participando en eventos que deberían ser exclusivamente de los chicos.

A esta altura del año (y de mi vida) me tomo todo con humor🤭, porque no sirve de nada resistirse a la intensidad de algunas familias. Hago acto de presencia cuando corresponde, y dejo que mis hijos vivan su egreso a su manera. Porque al final de todo, este es Su momento.

¿Alguien más está en la misma que yo?